Tiene que ser duro para un compositor (aunque en este caso también pianista y director) que más allá de tu catálogo de obras lo que más se conozca de tu trabajo sean las transcripciones para piano de piezas de otros autores. Es lo que sucede con Ferruccio Busoni, de quien lo más interpretado son sus arreglos de obras de Johann Sebastián Bach, sobre todo la Chacona.
Busoni es un compositor curioso: hijo de músicos profesionales de origen alemán e italiano, fue un niño prodigio, debutó muy pronto en los escenarios, vivió en Europa y América, defendió como pocos la música contemporánea y aunque trabajó mucho sobre obras del último barroco y el clasicismo no dejó de experimentar con la tonalidad. El trabajo de Busoni que más me llama la atención es un elefantiásico concierto para piano, escrito en cinco movimientos y en cuya parte final interviene un coro. La duración de la pieza ronda los 75 minutos (hay una versión de Viktoria Postnikova que supera de largo los 80), con lo que será uno conciertos pianísticos más largos de la Historia de la Música. Como quiera que precisa de una amplia plantilla orquestal y de un coro y que además pocos pianistas lo tienen en su repertorio, el resultado es que se trata de una obra que apenas se puede escuchar en una sala de conciertos.
Pero ese concierto lo traeré aquí otro día. Hoy quiero proponerles una obra más corta y sencilla, para adentrarnos así en su obra y prepararnos para un trabajo más complejo en el futuro. Se trata de Berceuse élégiaque, un trabajo que tiene el tono que anuncia su título y que ofrece una belleza serena. Disfruten.