Manuel Gutiérrez Aragón inició una carrera literaria hace ya cerca de quince años con un premio Herralde y desde entonces, abandonado ya el cine, se ha dedicado a la novela sin prisa pero con constancia. Ahora publica Rodaje, que cuenta la historia de apenas unas horas en la vida de Pelayo Pelayo (la coincidencia de nombre y apellido da mucho juego, claro), un joven militante del PCE que ultima un guion para una película cuya producción va a comenzar de inmediato.
La novela transcurre en apenas unas pocas horas en las que el PCE se moviliza para tratar de evitar el ajusticiamiento de Grimau (estamos, por tanto, en 1963). Sus militantes en el mundo del cine recogen firmas de artistas –a Pelayo le toca pedírsela a Berlanga– para pedir la conmutación de la pena. Mientras, el protagonista pelea con la parte final del guion, intuye que su novia va a dejarlo, es detenido en una redada y escucha una extraña historia en el calabozo, antes de que, gracias a sus influencias, el productor lo saque de allí.
Gutiérrez Aragón ha contado que hay no poco de sí mismo en ese protagonista que recorre conocidos cafés de Madrid, estudios de cine y oficinas de productores. Por las páginas del libro pasan algunos nombres reales –Berlanga, Bardem– junto a otros que no lo son pero detrás de los cuales no es difícil identificar a quienes los inspiran.
Un cineasta escribiendo una novela sobre el mundo del cine. Un guiño a su propia carrera y a los lectores que le seguían antes en la gran pantalla y ahora en el papel.
(Publicado en elcorreo.com)