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César Coca

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Ningún fin de semana sin música: Concierto para violín y orquesta Nº 1 de Shostakovich

Es hoy una obra relativamente habitual en el repertorio pero tardó ocho años en ser estrenado. Me refiero al primer concierto para violín de Shostakovich, terminado en 1947, en un momento en que su autor tenía algunos problemas con las autoridades culturales de su país. No era el único. En realidad, los problemas los tenía cualquiera que quisiera crear con un mínimo de libertad, y eso incluía a artistas insignes, con carné del partido y premiados una y otra vez con las distinciones más importantes del régimen. Ese era exactamente el caso de Shostakovich. 

Lo cierto es que como los tiempos no eran propicios, el concierto estuvo en un cajón hasta que en 1955 David Oistrakh fue invitado a una gira por Occidente y esa fue la oportunidad para el estreno de la obra, primero en la URSS y luego en EE UU. Conviene recordar que para ese momento Stalin ya había muerto y se respiraba un cierto aire de aperturismo en el país, aunque aquello ya saben cómo acabó. La obra tuvo mucho éxito, más en EE UU, también hay que decirlo.  Se encuentran en ella los elementos habituales de su autor: exigencia técnica elevada para el solista, sarcasmo, folclore, ritmo endiablado, una cierta aspereza, un lirismo contenido… Les dejo este concierto en la versión de una jovencísima Hilary Hahn (tenía 20 años en el momento del concierto), que está acompañada por la Filarmónica de Berlín y Mariss Jansons. Disfruten.