En la tercera entrega de la serie del antropólogo Ander Azurmendi, el viaje va a ser próximo en el espacio y relativamente lejano en el tiempo. Situemos al personaje creado por Anton Arriola: se trata de un antiguo sacerdote que en el primer libro (El negro y la gata) tiene una amante y deja los hábitos para irse a vivir libremente con ella mientras se gana la vida como profesor en la Universidad de Deusto. La trama se centra en la investigación del asesinato de un delincuente. En el segundo (El caso Newton) debe viajar a Oxford en el proceso de búsqueda de un libro de Erasmo desaparecido y un manuscrito de Newton. En este tercero, el eje de la investigación es el diario escrito por el preceptor de Otto de Habsburgo, heredero de los tronos de Austria y Hungría, que siendo niño estuvo junto a su madre Zita en Lekeitio.
El joven Otto era hijo de Carlos I, efímero emperador (lo fue solo durante dos años, desde la muerte de Francisco José I hasta el fin de la Primera Guerra Mundial) que falleció con solo 34. La novela cuenta cómo, con Austria convertida ya en una república, una conspiración trató de llevar al trono a Otto. Son los años (fueron seis, en total) en que la emperatriz y su hijo vivieron en la localidad vizcaína.
La búsqueda del diario que da título a la novela, y que debe contener datos fundamentales para entender la conspiración, se convierte en una aventura de riesgo pese a los años transcurridos desde aquellos hechos. Arriola combina dos planos temporales (los años veinte y una más o menos definida actualidad) y se mueve en distintos escenarios aunque son Lekeitio y Viena los más frecuentes. Y hace que Azurmendi esté acompañado en su búsqueda por una joven que pronto lo consuela de la ruptura con la mujer que lo retiró del sacerdocio.
(Publicado en elcorreo.com)