La propuesta de esta semana es un canto ceremonial de origen remoto y no bien conocido, que luego ha sufrido algunas modificaciones hasta convertirlo en una pieza interpretable por una gran orquesta. Se trata del Agur Jaunak, que tantas veces hemos escuchado en actos oficiales. En general, suena en versión para txistu y tamboril. En pocas ocasiones existe la posibilidad de oír una versión orquestal, que en su mayor parte se asienta sobre los arreglos de José Olaizola. No les oculto que hay gente, y no poca, que da a esta pieza un carácter eminentemente político. No renuncio a poner en este blog piezas que tengan esas connotaciones (o religiosas) pero siempre pido que se aprecie la música por encima de otras consideraciones. Y este Agur Jaunak es hermoso y emocionante en sí mismo. Se lo dejo en la versión que medio centenar de músicos de la Sinfónica de Euskadi, confinados en sus casas, hicieron semanas atrás. Disfruten.