El 4 de octubre de 1497 moría en Salamanca, a la edad de 19 años, el príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos y heredero de sus reinos. De salud quebradiza desde la infancia, se había casado solo seis meses antes y la leyenda dice que falleció de agotamiento dada la intensidad y frecuencia de las relaciones que mantenía con su muy joven esposa, la apenas adolescente Margarita de Austria. La causa más probable de la muerte, sin embargo, parece que fue unas fiebres que contrajo quizá durante el viaje a la capital charra, a la que acudió para asistir a una boda.

La muerte del heredero (está enterrado en Ávila, de ahí las imágenes del vídeo) creó consternación en el reino, porque había muchas expectativas puestas en su futuro reinado. Entre quienes estaban en la ciudad en esos días figuraba uno de los más importantes artistas españoles de todos los tiempos por la variedad de las disciplinas en las que trabajó, su capacidad de innovación y su influencia posterior. Hablo de Juan del Encina, de cuyo nacimiento hay bien pocos datos, hasta el extremo de que ni siquiera se sabe si vino al mundo en Fermoselle, la propia Salamanca o algún pueblo de la comarca. Fue poeta, músico y autor teatral, y destacó en todo ello. Una de sus obras más famosas (es el autor de la música y el poema) es este planto Triste España sin ventura, escrito tras la muerte del príncipe. Disfruta.