Se acerca el Musika-Música. Y, como en años anteriores, la dirección del mismo ha tenido la amabilidad de invitarme a un par de sesiones hablando de música, cine y literatura. En la primera de ellas, el viernes 6 a las 19.30 (Concierto Nº 6), todo girará en torno a Chopin. Su música está muy presente en tres películas que cuentan historias distintas, a partir de obras literarias importantes. Comenzaré con El pianista, de Polanski sobre la obra de Wladyslaw Szpilman, protagonista de una impresionante historia de resistencia y valor. Luego veremos escenas de Memoria de mis putas tristes, filmada por Henning Carlsen a partir de la novela de Gabriel García Márquez, para terminar con El amante, de Jean-Jacque Annaud sobre la novela de Marguerite Duras. En estas dos últimas suena la misma pieza, este Vals op. 69 Nº 2 de Chopin. Una casualidad verdaderamente singular (supongo que es casual, no creo que se pretendiera copiar porque no tendría el menor sentido) porque esa música subraya dos escenas radicalmente diferentes, que suscitan sentimientos muy distintos en quien las ve. Pero, bueno, de eso, y de qué sentido tiene esa elección musical, hablaré en esa función del Musika-Música.

La obra, en cualquier caso, es bellísima. Una de esas miniaturas de Chopin, que se desenvolvía mucho mejor en las distancias cortas. Y que nos dejó verdaderas maravillas en ese terreno. El jueves próximo les propondré una obra relacionada con la segunda función. Ahora les dejó esta en la versión de Evgeny Kissin. Disfruten.