El Vivaldi más conocido es el instrumental. Sus maravillosos conciertos (sí, ya sé que muy parecidos unos a otros, lo dijo Stravinski) tienen un enorme poder de seducción. Su música parece haber sido escrita para hacer felices a quienes la escuchen. Sin embargo, en su catálogo hay muchas obras que trascienden la música instrumental para adentrarse en otros terrenos. Por ejemplo, escribió medio centenar de óperas que apenas se representan fuera de Italia (y allí tampoco mucho, a decir verdad). Algunas de sus arias se han recuperado gracias a la tarea de intérpretes como Cecilia Bartoli.

Ella es quien canta la pieza que les propongo hoy. Se trata del aria ‘Gelido in ogni vena’, que forma parte de la ópera Farnace, estrenada en Venecia en 1727, es decir, en plena madurez de su autor, que estaba a punto de cumplir 49 años y solo cuatro años antes había escrito Las cuatro estaciones, una obra que por sí misma le garantizó la inmortalidad.  El argumento de Farnace es muy dramático, casi truculento. Pero casi es mejor olvidarlo. Les dejo esta aria. Es de una belleza tal que casi duele, se lo aseguro. Cecilia Bartoli obra el milagro.