Un libro cada semana: 'O calle para siempre' de J. M. Guelbenzu | Divergencias - Blog elcorreo.com >

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César Coca

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Un libro cada semana: ‘O calle para siempre’ de J. M. Guelbenzu

guelbenzuEl personaje de la juez Mariana de Marco es, sin duda, uno de los más interesantes que ha creado la novela policíaca española en los últimos tiempos. Surgido de la imaginación de un escritor que fundamentó su carrera en libros de ambición literaria y pocas concesiones, ha terminado por ser el que le dé más popularidad y, seguramente también, más satisfacciones.

José María Guelbenzu, que firma esta serie como J. M. Guelbenzu, llega ya a la novena entrega y, según ha anunciado, solo le quedará otra para cerrar el ciclo. En este caso, Mariana de Marco ha dejado su juzgado en G. (o sea, Gijón) y está pendiente de instalarse en su nuevo despacho en Madrid. Pero antes llega a la capital para un asunto mundano: la boda de la hija de una de sus mejores amigas de siempre, una muchacha de apellido aristocrático que ha tenido una adolescencia y juventud bastante alocadas y que sienta la cabeza con un enlace con el heredero de un imperio inmobiliario, cuya trayectoria vital parece bastante más anodina.

La boda es de las de salir en las revistas del corazón, por el lujo de la ceremonia. Y, sin embargo, termina apareciendo en las crónicas de sucesos porque durante la misa, un hombre de aspecto muy modesto, a quien nadie parece conocer (¿qué hacía allí?, ¿quién lo había invitado?) es asesinado de una singular manera. Sucede apenas antes de que el cura haya sorprendido a todo el mundo al utilizar una fórmula totalmente en desuso, esa que apela a que si alguien en el templo tiene algo que alegar contra el matrimonio debe hablar en ese momento, o callar para siempre.

El caso corresponde justamente al juez a quien va a sustituir Mariana de Marco. Y ella no se puede quedar quieta, de manera que empieza a investigar por su cuenta, tratando de no molestar a su compañero. Van a aparecer, por supuesto, viejos secretos de familia y algunos asuntos turbios, debidamente tapados por un apellido ilustre y algunos millones de euros. Echaremos en falta a la juez De Marco.

(Publicado en elcorreo.com)