Eugen d’Albert es uno de los compositores más atípicos de la última parte del siglo XIX y la primera del XX. Nacido en Glasgow, era tan filogermánico que tomó esa nacionalidad y no dudó en apoyar su causa durante la Primera Guerra Mundial. Se formó inicialmente en Londres, teniendo entre sus profesores a Arthur Sullivan, autor de la música de la opereta El Mikado. Luego, dio conciertos con Hans Richter y fue alumno de Liszt. Durante años, se dedicó al estudio de la música del pasado con intensidad, hasta el extremo de publicar ediciones críticas de la obra de Bach y componer cadencias para los conciertos de Beethoven, algunas de las cuales aún se siguen interpretando hoy. En un terreno más anecdótico, puede añadirse que se casó seis veces y una de sus esposas fue Teresa Carreño, la gran artista venezolana, con la que tuvo dos hijos.
El concierto que hoy les propongo es el primero de los dos que escribió para el piano. Es una obra de juventud. Según algunas versiones, tenía solo 17 años cuando lo escribió, aunque para cuando la partitura fue publicada estaba ya en los 20. Estamos ante una pieza que, como sucede tantas veces con las obras tempranas, es deudora de sus maestros. La influencia de Liszt, por ejemplo, es bastante evidente. En ese sentido, puede que no sea una obra innovadora para su época (1881) ni demasiado personal, pero contiene melodías y desarrollos interesantes, y sobre todo resulta muy fácil de escuchar. Estoy seguro de que van a disfrutar.