Hoy se están grabando más discos de música clásica que nunca, aunque se vendan poco y con frecuencia los solistas y las orquesta deban financiar al menos parte de los costes. Pero esa proliferación de registros está haciendo posible que descubramos obras que antes, cuando se grababa menos y solo piezas que garantizaban unas ventas razonablemente altas, no entraban en ningún catálogo. Una de esas obras acabo de conocerla a través de un disco de reciente publicación. Se trata de Fractales, con Pacho Flores a la trompeta. Hace unas semanas publiqué en Territorios una entrevista con este artista venezolano, en la que hablaba precisamente de ese álbum.
Pues bien, una de las obras del CD es este Concierto para trompeta y orquesta de Arutiunian, un compositor soviético, nacido en Armenia, que se hizo famoso en su país a raíz del estreno en 1950 de esta partitura. La obra de este compositor fue sin duda del agrado de los dirigentes comunistas de la época. Lo prueba que ganara el premio Stalin en 1948 y que escribiera una Oda a Lenin. Nada que llame la atención: lo hicieron casi todos los autores durante décadas. Lo que nos interesa ahora es esta obra que toma elementos del folclore y que tiene un ritmo y unas melodías que bien merecen que la escuchemos con atención. Les va a gustar, seguro.
Se la dejo en una versión del propio Pacho Flores, si bien no es la del disco Fractales.