Existe un buen puñado de grabaciones de la Serenata para cuerdas de Chaikovski, pero se programa muy poco en sala de conciertos. Imagino que al tratarse de una obra de una cierta duración (media hora más o menos), que requiere de pocos músicos, no resulta muy adecuada para una temporada de abono de una sinfónica. Y las orquestas de cámara que circulan por el mundo suelen centrar su repertorio en un período que va del último barroco al clasicismo. Es la misma causa por la que las Serenatas de Brahms se programan igualmente muy poco.
La de Chaikovski es perfectamente reconocible dentro de su catálogo. Ahí está un intenso primer movimiento, un elegante vals en el segundo (seguramente el fragmento más célebre), una melancólica elegía en el tercero y un tema inequívocamente ruso en el cuarto. La obra está compuesta justo antes de la Obertura 1812 y del Trío escrito en memoria de Nikolai Rubinstein, su profesor y mentor. Y justo después del Capricho italiano y del (para mí, injustamente poco frecuentado) Concierto para piano Nº 2. Es decir, esta Serenata está escrita en la mitad de un fructífero período creativo.
Les dejo el tercer movimiento, que es mi favorito. Disfruten.