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César Coca

Divergencias

Un libro cada semana: ‘Qué está pasando en Cataluña’ de Eduardo Mendoza y ‘La conjura de los irresponsables’ de Jordi Amat

 

 

mendozaamatEsta vez el libro de la semana es doble. La causa también lo es: se trata de dos ensayos breves (el de Mendoza, incluso muy breve) y ambos tratan exactamente el mismo asunto aunque desde dos enfoques diferentes.

 

En Qué está pasando en Cataluña, Eduardo Mendoza analiza sobre todo las causas culturales del descontento en aquella comunidad, para revelar que en muchos casos se asientan sobre falsedades. Pasa, por ejemplo, con la prohibición del catalán durante el franquismo, que según Mendoza no fue estrictamente tal salvo en la postguerra. El problema es que a estas alturas desvelar esas falsedades ya sirve de poco –o de nada– para convencer a quienes emocionalmente se han sumado al procès. Mendoza escribe también acerca de ciertos mitos que se han ido consolidando como verdades irrebatibles cuando tienen muchos matices que pueden incluso invalidarlos, y aunque en las primeras páginas asegura que no se siente parte de los independentistas ni de los contrarios a la independencia, de la lectura de su texto se desprende más bien que está con estos últimos sin justificar de ninguna manera medidas y actitudes del Gobierno central.

 

Jordi Amat hace un recorrido histórico del procès desde los años de la negociación del nuevo Estatut, pero con numerosas referencias a la Carta Magna y su calculada ambigüedad, rota por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre ese mismo Estatut. Amat recorre la historia de estos agitados años, desvela aspectos poco conocidos de la loca carrera de algunos dirigentes catalanes, muestra cómo organizaciones nacidas para articular a la sociedad civil se han infiltrado en las instituciones políticas hasta el punto de determinarlas y termina con la conclusión de que un grupo de irresponsables, en ambos lados, han acabado por conducir a Cataluña –y de rebote a España– hasta una situación catastrófica. Hay anécdotas reveladoras, como el hecho de que fue uno de los fontaneros del procès quien ante los decepcionantes resultados de las elecciones de 2015 (la suma de los nacionalistas era menor a la legislatura anterior pese a que conservaban la mayoría absoluta) convenció a los líderes de que debían salir ante la prensa y decir que habían ganado y por tanto seguían adelante con el proyecto independentista aunque no estuviera avalado por la mayoría de la población.

 

Estamos antes dos libros breves e inteligentes que merecen una lectura reposada y que permiten comprender un poco mejor lo que sucede en Cataluña. A quienes vivimos lejos y a quienes están en el epicentro del terremoto.

(Publicado en elcorreo.com)