Dicen las biografía de Ruth Ware que nació en Sussex hace 40 años y que antes de dedicarse a la escritura fue camarera, profesora de inglés, dependienta de una librería y jefa de prensa. La mujer del camarote 10 es su segunda novela (acaba de publicar la tercera en Reino Unido).
Lo que cuenta en ella es lo sucedido durante un viaje en un yate de lujo. La protagonista es redactora de una revista del sector y está harta de refritar comunicados y retocar textos de colaboradores. Ahora tiene la oportunidad de sustituir a su jefa durante una baja maternal y participar en un viaje promocional de una empresa de cruceros para minorías muy exigentes a bordo de pequeños buques. La chica, que está muy nerviosa porque días atrás han atracado su casa mientras ella estaba dentro, escucha un grito en la primera noche de travesía y segundos después ve cómo una mujer es arrojada al mar desde el camarote contiguo al suyo. Rápidamente lo comunica al jefe de seguridad del buque, quien la tranquiliza diciéndole que ese camarote está cerrado porque nadie viaja en él. En las siguientes horas, verá cómo las posibles pruebas de la existencia de la mujer van desapareciendo una tras otra mientras el resto de los ocupantes del yate empiezan a tomarla por una desequilibrada.
Ware llena su novela de homenajes: a las novelas de Agatha Christie, porque debe resolver un caso en un espacio pequeño y aislado; y a películas como Luz que agoniza de George Cukor (1944, basada en una obra teatral del mismo título), Vértigo (Alfred Hitchcock, 1958), El rapto de Bunny Lake (Otto Preminger, 1965) e incluso Blow-up (Michelangelo Antonioni, 1966), por poner solo algunos ejemplos. Con esas referencias, construye un peculiar thriller que solo se destensa un poco en un final algo demorado.
(Publicado en elcorreo.com)