Hace dos años, Paula Hawkins entró en la lista de libros más vendidos como un ciclón gracias a La chica del tren, una novela que, en cierta medida, seguía un patrón que otros dos años antes había explotado Joël Dicker en La verdad sobre el caso Harry Quebert. De aquella novela de Hawkins se hizo una película. De momento, tras aquel impresionante debut –en cuanto a ventas–, ya está aquí la segunda novela de su autora.
Escrito en el agua parte de la muerte de una mujer que, según la versión oficial, se ha suicidado arrojándose desde gran altura a una poza de agua en el río que cruza el pueblo donde está ambientada la novela, al norte de Inglaterra. Se da la circunstancia de que poco antes una joven, amiga de la hija de la mujer muerta, también se ha arrojado desde el mismo lugar, con idéntico resultado. Demasiada casualidad, piensa la adolescente que ha visto morir a su amiga y a su madre. Imposible, piensa la principal protagonista del relato, porque está convencida de que su hermana nunca se habría suicidado.
La novela está contada de forma fragmentaria. Son capítulos en general muy cortos, centrados cada uno de ellos en un personaje: la huérfana, su tía, la madre de la otra chica muerta, el policía que investiga, la mujer de este, una nueva agente que llega a la comisaría, un hombre que tuvo una extraña historia con la tía treinta años antes, y así unos cuantos más. Algunos cuentan en primera persona, en otros casos la autora recurre a la convencional tercera. Muchos mienten en determinados momentos. ¿Muchos? Sería mejor decir todos mienten en algún momento. Y poco a poco, avanzando entre las justificaciones y las mentiras, el lector va descubriendo la verdad de lo sucedido en esa poza donde ya desde muchos años antes se han dado suicidios…
‘Escrito en el agua’ tiene notables parecidos con La chica del tren y algunas diferencias: es una narración más compleja que avanza con mayor lentitud y requiere un poco más de esfuerzo por parte del lector. Pero gustará a quienes disfrutaron con la novela anterior.
(Publicado en elcorreo.com)