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César Coca

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Un libro cada semana: 'La herencia de Eszter' de Sándor Márai

La reedición en un formato similar al de bolsillo de algunas de sus obras permite leer de nuevo –o por primera vez– a Sándor Márai, el gran autor húngaro descubierto por estas latitudes hace apenas dos décadas tras un largo período de olvido. La herencia de Eszter es una obra que, pese a su brevedad (son apenas 150 páginas) reúne todas las características de la literatura de su autor. A saber: describe un mundo que agoniza, encierra a los personajes en un escenario mínimo, tanto que casi parece una obra de teatro, y plantea un conflicto que atañe a los principios del ser humano y en el que la asunción resignada de un destino que parece escrito tiene un papel relevante.

El argumento es simple: ya en la ancianidad, Eszter recuerda la visita que un día lejano le hizo Lajos, el único hombre al que ha amado. La relación entre ambos terminó abruptamente, cuando él decidió casarse con la hermana de Eszter. Ahora regresa acompañado por su hija, el novio de esta y su madre. Todos se reúnen con la protagonista, una vieja ama de llaves que es la única compañía que hay en la casa, y dos amigos que en su momento pretendieron algo más de Eszter y fueron delicadamente rechazados por esta.

Antes de que lleguen las visitas, Eszter reconstruye los años juveniles y traza el retrato de Lajos: un hombre tan irresistible como tramposo. La mujer teme ahora su llegada porque sabe que volverá a sucumbir a sus cantos de sirena y porque está segura de que se reabrirán las viejas heridas y, por qué no, las viejas pasiones.

Escrita con el habitual estilo moroso y reflexivo de Márai, la novela es como todas las suyas un viaje al corazón del alma humana. El mundo se desmorona alrededor de la casa de Eszter –la novela es del año 1939– y los personajes que la rodean son los supervivientes del naufragio. Frente a ellos, Lajos es el único que no tiene problema, porque sus valores son otros. Él también es un perdedor, pero sin honor.

Un novela que deja huella en quien la lee.

(Publicado en elcorreo.com)