Seguimos con obras llenas de ritmo y energía. Este fin de semana les propongo el arranque de la Suite Nº 1 de L’Arlesienne de Bizet. Este músico parisino debería figurar en un lugar preferente en la clasificación de los compositores sin suerte. Tras una juventud en la que todo hacía presagiar que sería uno de los grandes por los premios obtenidos y sus indudables dotes, tuvo que ganarse la vida haciendo arreglos de obras de otros compositores. Sus composiciones sinfónicas e instrumentales pasaron inadvertidas, sus primeros proyectos líricos fracasaron, su salud era endeble, tampoco su matrimonio fue un modelo de felicidad. Cuando estrenó la obra (Carmen) que por sí misma lo llevaría a la inmortalidad, la primera reacción del público fue de rechazo. Y para cuando se convirtió en un éxito que llega hasta nuestros días, ya había muerto.
Les dejo no con Carmen, sino con la que es, probablemente, su segunda obra más conocida. Disfruten.