Llegamos a Navidad. Un tiempo que suele gustar a los pequeños de la casa y que resulta odioso a un número creciente de personas, que no soportan las dosis masivas de almíbar de la programación televisiva, el exceso de buenas intenciones manifestado por algunos a quienes no conocemos buena intención alguna en su vida cotidiana y la interminable secuencia de villancicos que vamos a sufrir.

Divergencias tiene la intención de ofrecer algo de buena música para felicitar a todos la Navidad pero eso será dentro de unos días. Hoy quiero mostrarles este espectáculo verdaderamente fascinante que me ha dado a conocer un amigo. Es un audiovisual proyectado sobre un edificio público de Járkov, en Ucrania. Resulta prodigioso el trabajo que han hecho los diseñadores del mismo. Son casi seis minutos pero merece la pena que lo vean. Con sonido, por favor. Disfruten.