Una señorita famosa por salir en Interviú desnuda y ser novia de un torero que se prodiga muy poco en plazas de primera ha suscitado un escándalo porque, al parecer, ha publicado un libro con su nombre del que ha escrito muy poco o nada. La señorita en cuestión se llama Beatriz Trapote y el pasado sábado no aguantó el acoso al que según ella fue sometida en un programa de TV, cuando los allí presentes la acusaron de que su libro Kamasutra sin límites era una copia sin disimulo de otro titulado Kamasutra salvaje publicado hace cinco años.

Trapote colabora en un programa de TV como reportera y ha anunciado que deja el medio. Ahora amenaza con pasarse a la radio, aunque su mayor preocupación, ha dicho, es dedicarse a sí misma, su familia y su novio. Por cierto, que entre sollozos reconoció que solo había escrito 37 páginas del libro, pero no recordaba cuáles. Vamos, que no prestó mucha atención mientras escribía.

Por lo visto, no ha entendido que a estas alturas de la película es imposible plagiar un libro y que no lo descubra nadie. Sobre todo cuando se busca vender mucho y para ello se promueve una ronda de entrevistas por los programas del corazón, con objeto de hacerse publicidad. Como Trapote no se dedica al periodismo cultural, por lo visto no ha comprendido que cuando un famosillo al que no se conoce habilidad literaria alguna publica un libro lo primero que se piensa siempre es, vistas experiencias anteriores, que se lo han escrito o lo ha copiado (o quien se lo ha escrito lo ha copiado). Sobre todo, si la materia tratada en el libro tiene alguna complejidad. No creo que entre la formación académica de Trapote esté la Medicina, ni que sea una especialista en el análisis de la literatura erótica oriental, así que lo primero que cualquiera podía pensar es que había gato encerrado.

Se coge antes a un plagiario que a un cojo. Y quien plagia demuestra siempre una falta de respeto absoluta hacia el autor a quien copia y hacia el público a quien dirige su libro. Aunque supongo que ni una cosa ni la otra importan demasiado a quien hace algo así.