Este ya es un post en vivo y en directo, porque las vacaciones del titular de Divergencias (al menos, las vacaciones varaniegas) han terminado. Espero que unos cuantos de ustedes estén disfrutando de las suyas. Para el resto… salud.
Me fui a la playa con la intención de hacer un ‘estudio’ un poco más detallado que el del año pasado sobre los libros que más se veían bajo las sombrillas. Empeño inútil. Un título arrasaba literalmente: La reina en el palacio de las corrientes de aire. Parece que a medida que empeoran las críticas a los libros de Larsson aumenta el número de lectores. Es evidente que el mercado se rige por otras reglas y lo cierto es que pocas veces he visto un dominio tan aplastante de un título en el conjunto de lo que sin duda, a lo largo de unas semanas, habrán sido centenares e incluso miles de lectores. Junto a Larsson, la presencia de Falcones, Julia Navarro, Pérez-Reverte y algún otro no pasaba de testimonial. Dicho todo lo cual, debo confesarles que no he leído ninguno de los libros de la trilogía. Y les aseguro que no es por esnobismo. Más bien, por pereza.