La película Mátrix es una fantástica recreación del concepto de realidad virtual. Vemos lo que necesitan que veamos para que las máquinas sigan trabajando. Sólo cuando soñamos podemos acertar. Aquí tienen una página que explica la diferencia entre lo real y lo irreal desde el punto de vista de la filosofía –empezando en Platón– y de Mátrix. Si recuerdan la película, los ‘deja vu’ no son más que un reajuste de los programas informáticos que dibujan la realidad. Cuando piense que algo ya lo ha visto antes, es que su cerebro ha sido reseteado. Y si han visto la serie de dibujos animados –’Animatrix’– recordarán que si tira una lata de cerveza al suelo pero no termina de caer y se queda suspendida a unos centímetros del asfalto, todo el programa ha fallado.

Zapatero acaba de cargarse el programa. El desliz de una cadena al dejar los micrófonos abiertos y grabar una conversación del presidente ha reseteado el núcleo de la campaña electoral. «Nos conviene que haya tensión». La campaña electoral es Matrix, un mundo no real, un programa informático insertado en nuestros sueños. Todos sabíamos que había estrategias, tácticas, drama y teatro, pero no nos gusta que nos lo expliquen. «Nos conviene que haya tensión». En los próximos días, los políticos se insultarán, chillarán, se señalarán con el dedo, harán gestos …Pero nada de eso es cierto. Es sólo «tensión». Están reseteando el programa. ZP ha dicho la verdad y ha desmontado el núcleo. Como dijo Morfeo: «Bienvenidos al desierto de lo real».