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César Coca

Divergencias

Toda la verdad sobre Montaigne


Dios me libre de dudar de Montaigne. Hasta visité su casa en Burdeos. Y además todo el mundo tiene un pasado, y el mío pasa por una facultad de Filosofía.

No obstante, me mosquea el éxito que están teniendo sus Ensayos en la edición de El Acantilado, una editorial que por cierto me encanta. Para empezar se presenta como una edición canónica, lo cual está muy bien. Pero no nos pasemos. Hay una edición de Cátedra de hace un par de años muy buena, y entonces no se montó este pollo. ¿Dónde estaban todos esos entusiastas lectores?

Luego está, claro, el tema de que los Ensayos es un tochazo y que, para el lector de hoy, su estilo tampoco es tan claro como pueda parecer, a pesar de que meta el ‘yo’, etc. Es mucho más clarito Descartes, de verdad. Y a este respecto son muy recomendables Schopenhauer y Kierkegaard, además de Nietzsche. Tanto o más que Montaigne.

Total, que yo creo que muchos de quienesse han comprado el libro lo han hecho por el glamour, por la moda, porque queda bien. Llevarlo a casa es como un manifiesto contra Dan Brown y Ken Follet. Es como decir al prójimo: ahí tenéis cultura de verdad, a ver si os enteráis, ya vale de consumir por consumir, hermanos.

La ministra Carmen Chacón ha pedido el libro a los Reyes
. Seguro que se lo traen. Otra cosa es que lo lea. Conste que no dudo de su valía intelectual. Sé dónde ha estudiado en Canadá y he leído alguna cosa suya. Pero, hombre, una ministra de Vivienda con ese ladrilo…¿Leerá en el coche oficial? ¿En el avión oficial? ¿Un ratito antes de dormir? Sí, hay algo de pose.

Por cierto. Ojalá todas las poses sean de ese tipo.