Grandes causas, grandes estrellas. Al Gore llegó a Oviedo en un avión privado con su familia, con lo que eso contamina, exigió coches no ecológicos y habitaciones de hotel con un alto consumo energético, aunque menor que el de su mansión. También vino de promoción y el Gobierno, no entiendo muy bien por qué, le compró diez mil dvds. Qué fácil es quedar bien. Lo que más asombra de Gore es que actúe como experto. ¿Lo es? ¿Ciencia infusa? ¿Pinitos en ecología? ¿Negros? Luego dicen que no hay valores en esta sociedad. Hay demasiados, y mucho pilluelo dispuesto a sacarse una pasta con ellos.