
Parece que esos problemas se han resuelto, pero esto empieza a parecer una despedida. Mena es un director muy solicitado, trabaja cada vez más en el extranjero (EE UU, Escandinavia, Italia… esta misma semana está en Lausana) y es lógico que termine recalando en una orquesta de mayor proyección. No sería justo tampoco pedirle que se quedara a toda costa. Así que el problema va a ser para la BOS. Porque no le va a resultar fácil conseguir un director con la proyección de Mena, manteniendo su presupuesto actual.
Lo dicho. Si ustedes asisten regularmente a los conciertos de la BOS, disfruten. Sobre todo, cuando en el programa esté uno de esos compositores que tanto gustan a Mena y donde yo creo que da el máximo: Mahler, Bruckner, Strauss, Ravel… En el futuro, ya se verá.