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César Coca

Divergencias

Fosse en Navidad

Mientras escribo escucho el disco «Sweet Charity», una pequeña joya con
la grabación original del musical del mismo nombre que se estrenó en
1966 en Broadway. Llevo unos días que no me separo del CD y lo utilizo
como banda sonora para leer «Bob Fosse. Vida y muerte»,
una biografía de uno de los genios más indiscutibles del cine, el
teatro y el musical de todos los tiempos. «Sweet Charity» fue una de
las obsesiones de Bob, que se inspiró -como homenajean los títulos de
crédito- en ‘Las Noches de Cabiria’ de Fellini para coreografiar un
musical sin precedentes. Aquí
tienen una muestra. Verán como, treinta años después, la estética
inventada por Fosse impera tanto en la publicidad como en la mayoría de
las creaciones audiovisuales. Eso es ser un maestro. Y aquí
le tienen interpretando a la serpiente del Principito. Uno tiene la
sensación de que nadie ha vuelto a inventar nada serio en el mundo del
espectáculo.

Estoy enganchado a Fosse
desde que vi «All that jazz», un testamento vital sin precedentes. (Bob
murió como había anunciado en la película). Antes ya había visto
«Cabaret» o «Lenny», pero la primera de ellas me sigue pareciendo
magistral. Cualquiera que ame el cine-y por lo tanto amará las citadas
películas- debería leer su biografía. Fosse era un bailarín de vodevil
al que su talento le lleva hasta la cumbre de Hollywood tras años de
esfuerzo, sudor y genialidad. Era un personaje con un mundo interior
demasiado complejo y con un vitalismo brutal. Un ser humano normal
necesitaría varias vidas para vivir la mitad que él. Su afición al
tabaco, las drogas y el sexo (en ‘All that Jazz’ creo que se quería
acostar con La Muerte. Sólo le faltaba Ella) sólo era equiparable a su
profesionalidad y su genio.

Leyendo el libro sobre Fosse uno piensa en esas tonterías como O.T y en
esa creencia banal según la cual se puede ser artista con un
cursillito. Fosse hubiera maldecido mil veces ese tipo de programas
que, en realidad, no pasan del nivel de un bar de ‘karaoke’ con las
paredes limpias. Una de las claves de su arte era innovar y atreverse a
hacer lo que nadie más sueña con imaginar. Y todo ello, respetando al
público y considerándole un ser inteligente.

En estos días tan extraños de nieve de mentiras, buenos deseos, y esas
cosas, he pensado en cómo sería una película sobre la Navidad dirigida
por Fosse. Seguría que se atrevería a comenzar con Papá Noel perdido en
un burdel. Y de ahí para arriba.
Felices Fiestas.

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