Alguien dijo alguna vez que las sonatas del sordo de Bonn son como el Nuevo Testamento del piano. El Antiguo sería El clave bien temperado de Bach.
Un recital fascinante, por tanto, a cargo de un pianista a quien no he
escuchado nunca en directo, pero que en cambio conozco en disco. Dentro
de un mes, más o menos, saldrá el segundo volumen de su integral con
las sonatas de Beethoven, que -ventajas de ser periodista- he tenido
ocasión de escuchar. Interesante, en verdad. Una mezcla de fuertes
contrastes y suavidad, pasada por una técnica sin fisuras. Por eso,
tengo la convicción de que el de mañana martes será un buen concierto.
Cualquier aficionado a la gran música, sobre todo si tiene alguna
relación con el piano, debería pensar en no perdérselo. Ya me dirán qué
les parece.