El desagradable dibujo de arriba pertenece al concurso abierto por el diario de Teherán, Hamshahri,
(ustedes mismos, si se les ocurre pinchar el enlace) , sobre viñetas
humorísticas del Holocausto. En el Museo Palestino de Teherán ya están
exponiendo algunos de los dibujos enviados  y otros los pueden ver
aquí. Como recordarán, el
objetivo de este premio era responder a las viñetas que a comienzos de
años publicó un diario danés y que puso a los musulmanes radicales al
borde del colapso.

Según uno de los organizadores de la muestra,
al elegir como tema el Holocausto buscaban comprobar hasta donde llega
la libertad de expresión de los occidentales. Pues ya ven. Exponen sus
insultantes dibujos y no pasa nada. Hay algunas quejas, como las del
Alcalde de París, pero nadie ha amenazado con decapitar a un dibujante
de viñetas. En la crisis de los dibujos de Mahora murieron 140
personas, fueron incendiadas varias embajadas, se instauró un boicot
contra productos noruegos y se lanzaron amenazas de muerte contra
dibujantes, editores de diarios, periodistas y cualquiera que no se
mostrase lo suficientemente indignado, según el canon integrista.

Pero creo que los organizadores de tan estúpido concurso cometen un
error. Los dibujantes daneses se rieron de Mahoma, así que, en
consecuencia, lo que deberían hacer era reirse de Jehová, o de Yahvé, o
de Buda, etc… Logicamente, el Holocausto no tiene nada que ver con
una religión, sino, precisamente con su persecución. Tal y como andan
las cosas en Irán, cualquier día organizarón un concurso de viñetas
sobre Hiroshima y Nagasaki. El problema, como siempre, será que a algún
cretino le hará gracia. Algunas tragedias comienzan con una carcajada.