Me toca abrir este garito después de las vacaciones, con la esperanza
de que haya alguien ahí al otro lado, antes o después de ir a la playa.
Hablando de playa, al gremio de editores se le ha ocurrido promocionar la lectura en La Concha.
Unos actores, vestidos como El Quijote u otros personajes, van de
toalla en toalla y premian a quien vean leyendo -el periódico también
vale- con balones, palas y otros utensilios para la arena. No seré yo
quien critique la promoción de libros, sea del modo que, aunque está
claro que de lo que se trata es de crear lectores desde abajo, desde
niños. Pero me pregunto por qué el premio por leer tiene que ser ese
bonito ‘merchandising’ que distrae más que concentra en el ejercicio de
la lectura.
    Me llegan los primeros catálogos de las editoriales. Primeras impresiones: huida de los autores de Alfaguara, en beneficio de Seix Barral. Antonio Muñoz Molina publica el 29 de agosto El viento de la Luna. Es un escritor de los que nunca falla. Juan José Millás también se va a la editorial ‘planetaria’ dirigida por Adolfo García Ortega y Elena Ramírez, y publicará en octubre Laura y Julio. Manuel Longares que acaba de publicar en Alfaguara Nuestra epopeya, saca en Seix La novela del corsé, publicado por primera vez en 1979. ¿Por qué la desbandada?