Confieso que soy un fanático de los tebeos en casi todas sus expresiones. Soy tan devoto que incluso me trago malas historietas y luego las defiendo como si de obras maestras se tratasen. Pero toda mi fe se viene abajo ante el manga.
Casi todas sus historias me parecen iguales y, además, dibujadas por la misma persona. Pero, por encima de todo, no soporto tener que leerlas al revés. Me es imposible abrir un libro por la contrasolapa y a partir de allí ir leyendo hacia la izquierda. Es realmente absurdo.
Pero como, pese a todo, siempre estoy dispuesto a intentarlo, el otro día me compré un manga para ser comprensivo. Estoy mintiendo. No me compré un manga-manga. Busqué uno editado a la manera occidental, para poder abrirlo por la solapa y, a partir de ahí, leerlo como toda la vida. Elegí ‘Cat Shit One’ (Mierda de gato Uno)No pude haber cometido un error mayor, aunque el título ya avisaba. ‘Cat Shit One’ es una historia sobre la guerra del Vietnam protagonizada por animalitos. Es como si ponen a Walt Disney de dibujante y a Bush de guionista y les piden que cuenten la entrada de los marines en Bagdad. Los buenos, los americanos, son inofensivos conejitos, y los malos, traidores y feroces gatos. Los rusos -toma imaginación- son osos y los franceses…claro, cerdos. Y las historias. Stallone es Shakespeare al lado de esos argumentos de héroes baratos. (Son de esas tramas que, cuando terminas de leerlas, no te cabe ninguna duda de que los americanos ganaron por goleada). Es muy duro.
Esto sólo pasa con el manga. (Aunque volveré a intentarlo)