En estas fechas buscamos lo especial. Para conseguirlo os propongo hacer un pastel flambeado en la mesa. Es fácil, divertido y, sobre todo, hará inolvidable la cena navideña de 2008. Lo importante de esta receta es que esté elaborada por nosotros. Cada vez se compra más comida preparada y se cocina menos. Es la tendencia. Para quienes prefieran la singularidad de comer algo hecho con nuestras manos, sensibilidad, gusto y esfuerzo, ahí va esta espectacular receta.
Ingredientes
100 gr de cobertura de chocolate.
125 gr de mantequilla.
2 huevos.
40 gr de harina.
120 gr de azúcar.
100 gr de nueces peladas.
1 vaso de ron de caña.
Buscar un molde como el de la foto y, si no es antiadherente, ‘encamisarlo’, es decir, untarlo primero con mantequilla y luego con harina en toda la superficie interior. Así cualquier recipiente se vuelve antiadherente. Poner en otra vasija no metálica la mantequilla y el chocolate, y fundirlos en el microondas durante 2 minutos. En otro recipiente de acero inoxidable, montar los huevos con el azúcar, calentándolos, porque así se hace con más facilidad -pero sin sobrepasar los 60 grados, porque entonces se cuaja-.
Una vez montados el huevo y azúcar, incorporar la harina y el chocolate fundido con la mantequilla. Luego añadir las nueces y verter la mezcla en un molde, que colocamos en el horno, durante 20 minutos a 180 grados. Luego llega el ‘show’ final en la mesa. Sobre una superficie que aguante el calor, poner el pastel que ya ha reposado y está entre templado y frío. Calentar el ron de caña en un recipiente parecido al de la foto y quemarlo, vertiéndolo por encima del pastel delante de los comensales. Cuando termine de arder, el alcochol habrá desaparecido. A comer. ¡Que disfrutes!