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IÑAKI CERRAJERIA

La ilustración

Los clarines del tercer aviso

Mobiliario Urbano por Ángel Resa

El Serranillo abandona entre palmas la circular plaza de la vida

Ya le hubiera gustado a El Serranillo contemplar los tendidos de la vieja plaza de Vitoria tan poblados de gente como estaba el jueves la parroquia de San Mateo con motivo de su funeral. A Santos Santos, un tipo de denominación reiterativa,  le había empitonado la enfermedad hacía tiempo. Pero como hombre bravo que era aguantó hasta que el cuerpo mugió basta. El día 14 oyó el tercer aviso, el que devuelve los toros al corral y conduce a los mortales a ese lugar donde ateos y creyentes no alcanzan un acuerdo. Se convirtió en polvo, aunque dada su sincera pasión por la fiesta, imaginamos sus cenizas componiendo un trocito de albero.

El Serranillo se movió como un taurino singular. Dentro de un mundo donde la picardía y los desplantes chulescos adquieren el dudoso rango de norma, él toreó con la verdad por delante. Seguramente su muleta no sería la mejor, pero la adelantaba para tomar al cuatreño por el hocico y rematar el pase detrás de la cadera. Escudriñó con una voluntad inquebrantable el resquicio que le dejaron los empresarios poderosos. Regentó plazas de pueblo y Vitoria fue su particular joya de la corona. Santos se hacía querer, pero le faltaron mando para codearse con los grandes y cierto respeto de los ganaderos, que demasiadas veces le proporcionaron los restos de serie que pastaban bajo las encinas de fincas extensas.

A Santos se le veía como un extraterrestre dentro del peculiar planeta de los toros. Vivió la fiesta con una pasión desgarrada y serena a la vez, el capote siempre empapado de alegría. Se le abrieron las carnes por el derribo del coso viejo, una plaza incómoda donde el cemento le comía progresivamente espacio al público. Y creo que la declaración antitaurina de Vitoria, a semejanza de lo ocurrido en Barcelona, le hubiera amputado unos años de vida.

Recuerdo su finca de Retana, un microcosmos rural a tiro de jabalina de Vitoria. Los perros fieros que cabalgaban hasta las puertas del coche desconocido daban más miedo que aquel toro grandón, muy adulto y destartalado que andaba en el redondel. El Serranillo recibía a los visitantes con la amabilidad natural que rezuma en el interior del hombre campestre. Allí adiestraba a verdaderos marcianos, chavales que preferían las telas, los rehiletes y el carretón al influjo hipnótico de la pelota. En ese lugar silvestre adoptó a José Ignacio Ramos, un torero recio y cabal que repetía las virtudes de su mentor.

“Lo que tiene este chico es valor y cruje los toros con la espada”. Así me definió Santos al diestro burgo-alavés que se hizo un cartel a base de estocadas en Las Ventas, en el terrorífico valle del Tiétar y en los cosos del mediodía francés. El Serranillo no podía despedirse sin una última faena, la de cortar la coleta al ahijado el pasado agosto en la feria de La Blanca. Ya zarandeado por la enfermedad, el empresario de plazas modestas y sueños perennes terminó la obra que había iniciado con Ramos dos décadas atrás.

Lástima que el sacerdote oficiante de la misa no se hubiese documentado sobre la peculiar biografía de El Serranillo. Pero el abundante auditorio congregado frente al altar sí conocía el entusiasmo taurino de un hombre que dedicó su existencia a una pasión sacra para algunos, cada vez más denostada en otros sectores de la sociedad. Así que un Luis Mari Bengoa emocionado tomó la palabra al final,  ajustó el micrófono como se acaricia un cuerno y pidió una ovación de puerta grande para Santos. Esas palmas sonaron a homenaje, a banda de música, a despedida sobre los hombros de los costaleros. Hay otros empresarios, pero pocos como él. Tal vez El Serranillo sembró más de cuanto cosechó. Pero el matador también vive de faenas de aliño y él se enfrentó al toro con la gallardía que gastan los hombres sinceros.

La actualidad en una sonrisa. Por Iñaki Cerrajería

Sobre el autor

La intención de este blog es recopilar mi trabajo diario en las páginas de EL CORREO. Caricaturas de escritores y otros personajes, las elecciones vascas con humor, páginas especiales, planas sobre fiestas de Vitoria-Gasteiz, San Prudencio, San Juan del Monte,... El fútbol con las jornadas del Deportivo Alavés, recreaciones de juicios, las ilustraciones para artículos y por supuesto, las tiras diarias de las ediciones de Álava y los domingos de Bizkaia y Miranda de Ebro. Desde todos estos espacios podéis acceder a las noticias, datos adjuntos y participar de forma activa añadiendo vuestros comentarios e ideas. Asimismo, encontrareis en las secciones del blog distintos trabajos que han sido publicados en años anteriores y que poco a poco voy añadiendo. Espero que sonriáis un poco navegando en este espacio.

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