Confiesen: seguro que guardan en algún rincón de su ropero camisetas desgastadas de grupos de rock, con el dibujo casi borrado, con algún agujero (o con vestigios de tela entre los agujeros) y, sobre todo, de una talla que no les ha servido desde que dejaron atrás la flaca adolescencia. Yo, desde luego, conservo reliquias de los Cure y de Joy Division que me pude poner por última vez a los dieciséis años, además de alguna otra más grande, ilegible y medio deshecha, que sigo luciendo para vergüenza de mis allegados y escándalo de mi abuela. En fin, hoy tengo un argumento más para no tirarlas: una vieja camiseta de Led Zeppelin se ha vendido en eBay por 10.000 dólares, nada menos, lo que la convierte en la prenda de su estilo más cara de la historia.

Vale, no se trataba de una camiseta devastada y vulgarota, como las mías, sino de una edición limitadísima que se diseñó como pase de backstage en los conciertos de Knebworth House de 1979. La tienen en la imagen. El tipo que la ha vendido la adquirió por 123 dólares a la familia que hizo las impresiones, y en principio se le hizo un poco cara. Del comprador solo se sabe que es australiano. ¿Le valdrá? ¿Saldrá con ella a la calle? ¿La enmarcará y le dará la vuelta de vez en cuando, para que se vean los dos lados? ¿Se la pondrá para hacer air guitar delante del espejo a los sones de Black Dog? ¿O la guardará quizá en el rincón del ropero reservado para sus camisetas de Led Zeppelin?