Nuestros alpinistas vascos en el Makalu y el Kangchenjunga no ganan para sustos. Cuando los partes meteorológicos parecían anunciar unos días de inestabilidad, lo que se traduce en tranquilidad en los campos bases, el último recibido ayer les puso a todos patas arriba. Y es que anunciaba una progresiva mejoría del tiempo desde ayer mismo y hasta el martes que viene, con condiciones favorables para hacer cumbre entre el domingo y el martes. Así que todos los grupos se han puesto manos a la obra y sin perder un segundo se han puesto en marcha.
Los más rápidos han sido los del grupo de Al Filo de lo Imposible en el Kangchenjunga, comandados por Edurne Pasaban. La tolosarra, Juanito Oiarzabal, Ferrán Latorre, Alex Txikon y Jorge Egocheaga hicieron la mochila a toda velocidad y ayer mismo partieron la cumbre con el objetivo de, si se cumplen sus previsiones, hollar la cima del trer ochomil más alto el domingo.
Para ahorrar tiempo, pasaron de largo el primer campo de altura y subieron a pasar la noche al Campo II, a 6.700 metros. Hoy subirán al Campo 3, a 7.200 metros, donde deberán revolver dos incógnitas: la primera, comprobar que las tiendas continúan intactas a pesar del temporal que ha azotado la montaña en los últimos días. No solo necesitan dormir a cubierto, sino que en ese campamento está almacenado el equipo esencial para llegar a cumbre: sus monos de plumón para frío extremo y el material de vivac con el que montarán un cuarto campo sobre la marcha. Una vez comprobado que todo sigue en su lugar, resolverán la segunda cuestión: a través del teléfono vía satélite recibirán un nuevo parte meteorológico, según el cual permanecerán un día en el campo III a la espera de condiciones idóneas, o continuarán hacia arriba. (En la foto, el grupo en el momento de partir del Campo Base).
En caso de que el parte confirme la previsión, el sábado partirán cargados con las tiendas y el equipo para instalar sobre la marcha el Campo IV a 7.800m. Equipado con lo mínimo imprescindible, servirá al menos como último refugio donde descansar unas horas hasta que, en la noche del sábado al domingo emprendan el camino hacia la cima.
La ubicación del Campo IV constituye una de las mayores preocupaciones de Edurne. Ella hubiera preferido instalarlo a mas altura, más cerca de la cumbre, que está a 8.586 metros – pero es simplemente imposible. Por encima de esa cota el terreno es demasiado escarpado como para poder montar una tienda, por pequeña que sea.
Por tanto es fácil entender que, desde ese lugar, les queda lo más difícil. No sólo hay que salvar casi ochocientos metros de desnivel en condiciones extremas y en la llamada ‘zona de la muerte’; además, el viento ha barrido la nieve de toda la zona superior de la montaña, por lo que el terreno se compondrá básicamente de roca y hielo en pendientes muy pronunciadas, que requieren una escalada muy técnica y alto grado de compromiso.
Mientras, Edurne y su equipo no estarán solos en la montaña. Tras una reunión mantenida ayer en el Campo Base, una expedición coreana ha querido unir fuerzas con el grupo de ‘Al Filo’ y ambos equipos compartirán la pesada tarea de abrir huella en la nieve fresca.
Iñurrategi, Vallejo y Zabalza salen hoy
En el Makalu el cambio de tiempo también ha adelantado todos los planes, nada más volver del Campo Hillary, excursión que por cierto al final ha tenido poco de relajante -les nevó durante toda la noche y les hizo mucho frío-, el grupo ha apresurado los preparativos y hoy a primera hora parten hacia la el ‘Gran Negro’, donde les espera su Pilar Oeste en estilo alpino.
Precisamente, esa forma de afrontar la escalada (sin campos instalados ni ayuda alguna) les obliga a meditar con mucho tino la decisión del intento de cumbre, ya que no se pueden permitir muchos intentos debido al desgaste que cada uno de ellos implica. Así que después de aquella primera tentativa apresurada en la que el viento les echó atrás, ahora quieren asegurarse al máximo sus posibilidades, y han estado esperando en vilo un último parte, que indica buen tiempo hasta el martes y, lo que más importante, una notable disminución del viento que pasaría a tener una fuerza máxima de 20 km/h en altura, nada que ver con los cerca de 50 km/h que soportaron la anterior tentativa.
Su plan para hoy es llegar hasta el campo II normal, que para ellos es el primero, a 6.500 metros, y luego seguir durante tres o cuatro días más hasta los 8.463 metros de la cumbre, según explica en el blog de la expedición Aitor Elduayen, periodista que acompaña a Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza en el CB del Makalu.