El dinero da la felicidad, asegura el saber popular. Algunos lo discuten y hay dudas de si el casi siempre atinado saber popular falla en este caso particular. Si no nos hace felices, por lo menos alivia el estrés y tiene un cierto poder analgésico contra el dolor, o todo eso se deduce de las investigaciones de Xinyue Zhou y su grupo dela UniversidadSunYat-Sen de Guangzhou, en China. En su experimento, 84 universitarios chinos, entre ellos 52 mujeres, son asignados a dos grupos. Los del primer grupo cuentan y separan 80 billetes de $100 de un montón de billetes que les proporcionan los investigadores. El segundo grupo cuenta 80 papeletas sin valor.
A continuación, todos los voluntarios participan en un juego de ordenador en el que hay que encestar una pelota y se compite con otros tres jugadores que, aunque el voluntario no lo sepa, son inventados por el ordenador. Al comienzo del juego, la pelota se reparte por igual entre todos los jugadores pero, según pasa el tiempo, el voluntario comienza a recibir menos el balón y, a partir del décimo juego, no se la dan en absoluto. Cuando finaliza el juego, el voluntario está agobiado y se siente rechazado socialmente según los resultados de tests sobre autoestima y estrés.
El análisis de los resultados demuestra que los participantes que contaron dinero real están menos estresados, hasta un 20%, y mantienen la autoestima, en comparación con los que contaron papeletas sin valor. O sea, contar dinero ajeno reduce el estrés y la infelicidad. Incluso, hasta atenúa el dolor, como veremos a continuación.
Después de contar dinero real y papeletas como en el experimento anterior, los voluntarios, de nuevo en dos grupos, ponen los dedos en agua a43ºC,50ºCy43ºCel primer grupo, y el segundo en agua a43ºCsolamente. Los del primer grupo declaran sentir más dolor en una escala de1 a9, lo que demuestra que el experimento funciona. Pero los que contaron dinero real sienten un 20% menos de dolor que los que contaron papeletas. Este es el poder analgésico del dinero, en este caso, dinero ajeno.
Es más, incluso recordar el dinero que se gastó en el último mes estresa más, hasta un 50%, que recordar el tiempo que hizo en el mismo periodo. Y si se repite el experimento del agua caliente con estos voluntarios, resulta que los que recordaron sus gastos mensuales sienten más dolor.
Para terminar, contar dinero (ajeno) quizá no dé la felicidad, pero disminuye la sensación de exclusión social, la autoestima y el estrés así como el dolor de intensidad moderada. La clásica imagen del avaro hundiendo sus manos en el caldero lleno de monedas de oro tiene más justificación de lo que creíamos: es feliz, enormemente feliz, no está estresado y no siente el dolor.
*Zhou, X., K.D. Vohs & R.E. Baumeister. 2009. The symbolic power of Money. Reminders of money alter social distress and physical pain. Psychological Science 20: 700-706.