El cociente de las longitudes del segundo y cuarto dedo de las manos es diferente según el individuo y el sexo. Se ha sugerido que estas variaciones individuales y sexuales se deben a una exposición diferente a andrógenos y estrógenos, en concreto a la testosterona, durante el desarrollo embrionario. Esta diferente exposición a hormonas influye en muchos rasgos de los adultos de tal manera que se pueden relacionar estos rasgos con el cociente entre las longitudes de los dedos puesto que varían igual. Estos rasgos son morfológicos, fisiológicos, psicológicos y relacionados con la salud. Entre ellos están, en los hombres más andróginos, una mayor habilidad espacial y deportiva, mejores puntuaciones en los tests de dominancia, de agresión física y verbales, y una menor fluidez semántica. En general, estos rasgos se relacionan mejor con el cociente de los dedos de la mano derecha.
Para ampliar el catálogo de influencia de este cociente, Maria Romano y su grupo, de la Univeridad de Estudios de Milán, estudiaron la relación de las notas en los exámenes con el cociente de las longitudes de los dedos en 204 estudiantes de las carreras de Ciencias Naturales y de Biología de su universidad. Eran 84 hombres y 120 mujeres. El cociente de los dedos de la mano derecha, en hombres, predice positivamente las notas finales en las dos carreras; por el contrario, no hay relación entre cociente y notas en las mujeres. Curiosamente, el cociente entre los dedos es, en hombres, diferente en las dos carreras, siendo mayor entre los que cursan Ciencias Naturales. En conclusión, en los hombres, a mayor cociente entre los dedos, mejores notas.
*Romano, M., B. Leoni & N. Saino. 2006. Examination marks of male univrsity students positively correlate with finger lenght ratios (2D:4D). Biological Psychology 71: 175-182.