Seguimos con la nariz, aunque desde otro punto de vista que, por otra parte, sigue teniendo que ver con sus orificios. El doctor David Shannahoff-Khalsa y su grupo, del Instituto Salk de Estudios Biológicos de San Diego, en California, describieron en el año 1991 que la respiración forzada por uno de los agujeros de la nariz alteraba las habilidades verbales y espaciales en 23 hombres diestros. Parece que existe un ciclo de hora y media a tres horas en la utilización alternativa de ambos agujeros de la nariz y, si el ciclo se altera forzando la respiración por uno de ellos, también lo hace el funcionamiento del hemisferio cerebral correspondiente, o sea, el contrario.
Años más tarde, en 1994, Barbara Sanders y sus colegas, de la Universidad de Connecticut, precisaron los hallazgos de Shannahoff-Khalsa y su grupo y encontraron que disminuían las puntuaciones de los tests de habilidades verbales en los hombres a los que se forzaba a respirar por el orificio derecho de la nariz. No encontraron diferencias en los tests espaciales ni en las mujeres.
Sin embargo, lo que ocurre en la nariz puede alcanzar extraordinarias implicaciones, incluso para nuestra salud mental. Por lo menos tal cosa asegura el desconocido y, se sospecha, desaparecido Dr. J. Durac, del Colegio Erewon, de Vancouver, en Canadá. El citado doctor, en un artículo publicado en 1997, asegura que existe una relación entre los pelos que crecen en la nariz y en las orejas y la aparición de pensamientos negativos no deseados. Y, además, el doctor Durac afirma que la relación es biunívoca, es decir, a más pensamientos negativos, más pelos en la nariz y orejas, y viceversa, a más pelos, peores ideas. Se considera al doctor Durac como un adelantado de la medicina y sus ideas siguen sometidas a un intenso escrutinio por parte de la comunidad científica.
*Durac, J. 1997. Unwanted intrusive thoughts and the growth of facial hair: a cognitive analysis. Behaviour Research and Therapy 35: 371-372.
*Sanders, B., C. Lattimore, K. Smith & L. Dierker. 1994. Forced single-nostril breathing and cognition. Perceptual and Motor Skills 79: 1499-1506.
*Shannahoff-Khalsa, D., M.R. Boyle & M.E. Buebel. 1991. The effects of unilateral forced nostril breathing on cognition. International Journal of Neurosciences 57: 239-249.