El fútbol es un deporte muy popular y practicarlo es bueno para la salud. Sin embargo, asistir a un partido de fútbol, sobre todo si uno es hincha furibundo de alguno de los equipos puede ser peligroso y se deberían tomar algunas precauciones. Daniel Witte y su grupo, del Centro Médico de la Universidad, en Utrecht, Holanda, lo constataron mediante el análisis de las estadísticas de muertes por accidentes cardiovasculares en los meses de junio de los años 1995, 1996 y 1997. En el mes de junio de 1996 se celebró el campeonato de Europa en Inglaterra; la selección holandesa llegó a los cuartos de final en que fue eliminada por Francia el 22 de junio. Ese día el número de muertes por enfermedad cardiovascular fue de 41, mucho mayor que los 27,2 de los cinco días anteriores y posteriores; por cierto, al día siguiente, el 23 de junio, el número de muertes fue de 21, más bajo de lo habitual. Por el contrario, no hubo variaciones significativas en la causa de muerte en las mujeres.
Según los autores, es posible suponer que, además del partido de fútbol, en este aumento de la mortalidad haya influido el comportamiento de los hinchas, con un exceso de alcohol y de tabaco tanto antes como durante y después del juego.
Por cierto, los niveles de mortalidad en Francia no cambiaron significativamente durante la celebración del partido Holanda-Francia, según las conclusiones de L. Toubiana y su grupo, de la Universidad Paris VI; quizá fue porque ganó Francia. Además, durante el Camponato del Mundo, celebrado en Francia en 1998, tampoco aparecen variaciones significativas. Toubiana y su equipo aclaran que las poblaciones implicadas son muy diferentes puesto que en Francia ve el partido por televisión el 6% de la población mientras que en Holanda alcanza al 60% y, en consecuencia, la población en riesgo es mucho mayor.
Lo que ocurre durante la celebración de un partido de fútbol lo investigaron A.T. Elder y sus colegas del Hospital General del Oeste de Edimburgo, en Escocia. En diez hinchas sanos, sin antecedentes de hipertensión o enfermedad coronaria, midieron la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca durante los partidos de la liga escocesa que jugaban sus equipos. Estos partidos, celebrados los sábados por la tarde, fueron el Hibernian – Heart of Midlothian, Hibernian – Glasgow Rangers, Hearth of Midlothian – Hibernian y Hearth of Midlothian – Celtic. Elder y su grupo encontraron que la presión sistólica era mayor durante el partido, y lo mismo ocurría con la frecuencia cardíaca, sobre todo en el momento de meter un gol el equipo del que eran hinchas.
*Elder, A.T., S.G. Jyothinagaram, P.L. Padfield & T.R.D. Shaw. 1991. Haemodynamic response in soccer spectators: is Scottish football exciting? British Medical Journal 303: 1609-1610.
*Toubiana, L., T. Hanslik & L. Letrilliart. 2001. French cardiovascular mortality did not increase during 1996 European football championship. British Medical Journal 322: 1306.
*Witte, D.R., M.L. Bots, A.W. Hoes & D.E. Grobbee. 2000. Cardiovascular mortality in Dutch men during 1996 European football championship: longitudinal population study. British Medical Journal 321: 1552-1554.