Un misionero médico publicó en 1986 un artículo en la revista Lancet asegurando que un shock eléctrico era una buena terapia en el tratamiento de los ataques de las serpientes venenosas. El método alcanzó difusión y popularidad en Estados Unidos, a pesar de la falta de datos médicos sobre su fiabilidad y eficacia. Años más […]