(De escuchar a Dios en la lucha por la justicia a escuchar a los pobres para acertar con el Dios de Jesús)[1] Al recibir el encargo de una respuesta en clave de teología práctica a este título, el instinto de filósofo social me llama por el camino previo de cómo ha buscado nuestra […]
“¿A qué grado de inhumanidad hemos llegado que somos capaces de separar a los niños de sus padres y encerrarlos en grandes jaulas de alambre para cumplir un frío protocolo de inmigración? Semejante dispositivo solo ha podido ser diseñado por políticos y funcionarios robotizados, sin atisbo de sensibilidad humana…Cuando el fiscal general Jeff Sessions anunció […]