La Blanca por Ángel Resa
Caminar desde Mendizabala y alrededores hacia el centro o la Avenida poco antes de las once de la noche le convierte a uno en sospechoso de pertenecer al género de los raros. La gente mira a ese tipo que avanza contra la corriente como se observa a una especie criada en cautividad por peligro de extinción. La muchedumbre puede reprocharle que por ahí no se va a ver los fuegos, sin duda uno de los acontecimientos con más adeptos del programa festivo.