Alavés 0 – Eibar 1
Si conocido era que jugar ante el Eibar es como jabonarse con un estropajo, el Alavés nunca encontró ayer el modo de rebajar la aspereza de un partido que, minuto a minuto, enrojeció su piel hasta finalizar con una de esas irritaciones que provocan sarpullidos. Enredado de principio a fin en las esperadas emboscadas tácticas de un adversario irreprochable en colocación e intensidad, el cuadro de Pereira resultó ofensivamente maniatado y, además, falto de inspiración individual. A partir de ahí y de un aislado despiste defensivo que acabó en 0-1, apenas mostró recursos para inquietar a un conjunto guipuzcoano que vivió con comodidad, incluso cerca de la sentencia definitiva, hasta la polémica acción del minuto 92. El pleno de Mendizorroza quedó así atrás en el peor momento, ante un líder que abre ya un pequeño hueco en la clasificación y endurece el próximo tramo liguero. (+info)