La Miranda desatada, la del delirio. Esa es la Miranda del Bombazo. ‘Calza’ la blusa como le viene en gana, aguanta como puede la faja y le importa un bledo el tintado que adquiera su impoluta camiseta blanca (no discrimina ni en color ni en licor). Sabe que ha de apretarse en la plaza de España un sábado al año; conoce perfectamente la hora. Está al tanto del programa (pero no lo necesita). Y, por supuesto, huye de cualquier imposición. Su actitud ha de ser simple: desgañitarse gritando ‘¡Eeese Bombo!, ¡Eeese Bombo!… (+info)
Miranda