Al político, ni agua. Bueno, agua… de la de beber, porque llover, llovió de lo lindo. La Casa Palacio vivió anoche la Retreta más larga. Duró una hora, como todas, pero eso de que no hubiera nada que llevarse a la boca no fue bien digerido por muchos de los 150 invitados, al menos en público. ¿Qué es de un buen corrillo sin nada a lo que hincarle el diente? Nada de canapés ni de bandejas de plata con una variada selección de buen vino entre aviso y aviso de trompeta. (+info)
Álava