Álava afronta un momento crucial en materia de transportes. 2009 será el año que revolucionará las conexiones por carretera en el territorio con la inauguración, por fin, de la Vitoria-Eibar (AP-1) y la reconversión en autovía del último tramo de la Nacional 1 (ahora A-1), ubicado en las inmediaciones del peaje de Armiñón y que llegará hasta Miranda. Estas dos obras, quizá las de mayor enjundia que se han acometido en la provincia en las últimas décadas, asestarán un impulso casi definitivo a la red viaria principal, al tiempo que cederán el testigo a las carreteras secundarias.
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