Alguien ha sido, pero no se sabe quién ha sido. Ni siquiera los miembros del Tribunal Constitucional, gente avispada, ve pruebas de la autoría. No hay vídeos, no hay actas notariales, no hay certificados: así no hay forma. Quizás un golpe anímico espontáneo animó a unos cientos de candidatos a la unión electoral. O una […]