De vez en cuando, a la NASA le da por lanzar música al espacio. A bordo de las Voyager metieron unas grabaciones de gente como Beethoven, Bach, Blind Willie Johnson, Chuck Berry o, ejem, Antonio Maciel y Las Aguilillas con El Mariachi México de Pepe Villa. Y, hace tres años, proyectaron el Across The Universe de los Beatles hacia la Estrella Polar. Nadie ha contestado de momento para dar su opinión, aunque en el Saturday Night Live decían que el primer mensaje extraterrestre había sido «enviad más Chuck Berry».
Esta semana, la música sale de más cerca de casa y también sonará un poco más cerca: el grupo Stormy Mondays ha ganado el concurso convocado por la agencia espacial para elegir la canción que despertará a los astronautas del Endeavour. El último día de su viaje, el Sunrise Number 1 de los asturianos saldrá por los altavoces del transbordador, que no sé si irá provisto de subwoofer, sensurround o qué, sobre todo teniendo en cuenta que ya anda un poco vetusto y cumple su misión de despedida. La NASA recibió 1.350 canciones, de las que seleccionó diez, y la del grupo español (el único no estadounidense de la final) se ha llevado el 49,8% de los votos. Su líder, Jorge Otero, ha explicado que se inspiró en los dieciséis amaneceres que viven cada día los tripulantes de la nave. Siéntense con toda la ingravidez de la que sean capaces y escuchen con alegría, como astronautas que vuelven a casa.