Arrancamos la temporada de otoño con la selección de conciertos de octubre. Son nueve citas que, como de costumbre, se celebran en otros tantos lugares distintos y, en este caso, particularmente dispares.
Los Hermanos Cubero (día 5, Museo Arqueológico). Barruan es un nuevo festival deslocalizado (o sea, repartido por aquí y por allá) que nos trae a Los Hermanos Cubero, el dúo de folclore alcarreño-americano que ha grabado el disco más conmovedor del año. Ya hemos hablado por aquí de Quique dibuja la tristeza, una reflexión emocionada y sincera sobre la muerte de la persona amada, sin coartadas culturales ni religiosas que maquillen la congoja. Ah, ¡es gratis!
Nickel&Rose (día 5 en Nave 9, día 6 en Beleza Malandra y día 7 en La Atalaia de Gardoki). Otro dúo, este americano del todo y sin nada de alcarreño, aunque sí que se aprecian de vez en cuando en sus canciones unos sugerentes aportes de música africana. Carl Nichols (guitarra y voz) y Johanna Rose (contrabajo y voz) se van a recorrer buena parte de Bizkaia (Bilbao-Bermeo-Sopela) con su impecable y un poco lánguida combinación de country, blues y jazz.
Joaquín Pascual (día 6, Teatro Campos). Como soy muy viejo, para mí Joaquín Pascual es primero el de Surfin’ Bichos, segundo el de Mercromina y, finalmente, Joaquín Pascual en solitario. Y pido disculpas desde aquí al artista, al mundo y a mí mismo por esa progresiva dejadez que me ha llevado a ir desatendiéndolo, ¡con lo obsesivamente que seguí a su primera banda! Aun así, sí he escuchado su disco de este año, EX, y me ha parecido una preciosidad, con ese minimalismo intimista tan mínimo y tan íntimo que parece que tengas al artista dentro del oído. El concierto también forma parte de Barruan y es una de esas experiencias extrañas que nos trae la modernidad, con showcooking y jamada.
Hawkwind (día 8, Sala BBK). ¿No es increíble y fascinante tener a Hawkwind en Bilbao en 2018? Ahí siguen los tíos (ya saben, el grupo en el que tocó Lemmy antes de Motörhead, el grupo para el que escribió Motörhead), como si se quitasen años viajando a la velocidad de la luz a lomos de sus canciones de rock espacial. Podríamos decir que Hawkwind son los primos ingleses del krautrock, con su explosiva mezcla de propulsión motórica, inspiración sideral y fulgor psicodélico. Yo no habría apostado por ellos como candidatos a la longevidad.
Mugako Festival (del 11 al 13, distintos escenarios de Vitoria). Ya, ya, estas selecciones mensuales no suelen alargar sus tentáculos hasta la capital alavesa y vasca, muy lejana para un tipo tan poco motorizado como yo, pero me parece obligado destacar el Mugako de este año. En realidad, todas las ediciones tiene una pinta alucinante, pero en esta, además de un montón de interesantes artistas electrónicos a los que me gustaría conocer de algo, traen a dos santos patrones de este blog: Justin K. Broadrick (el de Godflesh, digamos), en su advocación de JK Flesh, y Mick Harris (el de Napalm Death, digamos, con perdón por la grosera simplificación), en su vertiente Fret. Y también a Pye Corner Audio, que me gustan mucho.
Maika Makovski & Brossa Quartet y The Mani-las (día 20, Kafe Antzokia). Yo iba a recomendar este concierto solo por The Mani-las (¿recuerdan?), esa explosión de energía y buen rollo que se han montado Maika Makovski, Olaia Bloom y Mariana Pérez, pero es que el concierto de la propia Maika con el Brossa Quartet promete ser una maravilla (reconozco que a mí el pop con cuarteto de cuerda suele volverme especialmente loco). La velada viene a ser como un cambio de piel de Maika, que cierra así la gira neoclásica y abre la rocanrolera.
Casual Hex y Hyäne (día 23, Muelle). Me estoy malacostumbrando a que todos los meses haya una propuesta de post-punk subterráneo y estimulante. El local de Ripa acoge una bonita entente internacional entre Casual Hex, de Seattle (en la foto de arriba), y los berlineses Hyäne. Por lo que escucho, los primeros suenan más cercanos al rock alternativo americano (vertiente áspera, claro) y los segundos son más tremendistas y oscuros, lo que no deja de tener su lógica geográfico-cultural.
BIME (días 26 y 27, BEC). En el festival a cubierto de todos los octubres nunca faltan unos cuantos nombres atractivos. Cada uno tendrá los suyos, claro, y a mí me falta un gancho tan irresistible como fueron el año pasado Einstürzende Neubauten, pero ahí están MGMT, Jon Hopkins, M.I.A., Stephen Malkmus, Unknown Mortal Orchestra, Aphex Twin o Sun Kil Moon. Todos los que he dicho, menos uno, son del sábado, así que ya se imaginarán que es la jornada que más me interesa. Y, los dos días anteriores, hay un montonazo de conciertos en distintos locales de la ciudad, con artistas tan apreciados por aquí como Altın Gün y su rock anatolio.
Hypnos (día 28, La Nube). Ya la pinta de estos cinco suecos melenudos, que parecen haber sido abducidos en los setenta y transportados a nuestra época, da muchas ganas de acercarse. Pero es que, además, hacen una de esas músicas que multiplican su atractivo en las distancias cortas del localito santutxí: lo de Hypnos es, cómo no, rock duro setentero, quizá más heavy (estilísticamente, quiero decir) que en otras propuestas retro llegadas de allá arriba.
Vamos con los irresistibles Altın Gün, el grupo turco que pusieron en marcha unos holandeses. He tenido que copiapegar, pero les he escrito el nombre como debe ser, con esa i sin puntito del turco.