El texano Bill Baird es un tipo singular. A mí, lo que más me gusta de él es su manera de combinar una pasión evidente por lo experimental (de esa que a otros les hace poner gesto de superioridad) con un sentido del humor que se le desborda por todas partes. Eso lo agradezco mucho. Hablamos de un tipo que, al colgar un extracto de su nuevo álbum en Bandcamp, lo ha acompañado de etiquetas como «extraño» o «¿qué?». Y eso que, en realidad, el disco es asombrosamente asequible en comparación con otras cosas que ha hecho a lo largo de su hiperactiva carrera: se trata de una serie de «postales musicales» basadas en sus viajes por Estados Unidos, que también sirven como recorrido por algunos de sus intereses estilísticos. En general, dejan un regusto a rock clásico, artesanal y más bien melancólico, aunque en el lote también se cuelan instrumentales inquietantes, ecos balcánicos e incluso una composición de Satie.
Son diecinueve cortes, nada menos, pero aquí nos vamos a quedar con el primero de todos, una preciosa balada de ruptura amorosa titulada We’ll Meet Again Someday, Or We Won’t (es decir, Nos encontraremos de nuevo algún día, o no). «Algún día te darás cuenta de lo que quiero decir, / la vida no es real, es solo un sueño, / y los fantasmas con los que te peleas / bailarían contigo si les dieses la mínima oportunidad». A mí la canción me remite al universo sonoro de The Velvet Underground en su vertiente más lánguida y, muy especialmente, al These Days de Nico, una canción que en este blog viene a ser música sacra. La obsesión por la banda neoyorquina tiene continuidad, de manera bastante diferente, en otro de los temas del disco, Your Dark Sunglasses Won’t Make You Lou Reed, con esa conclusión entre lo hilarante y lo cruel: «Tus gafas oscuras no van a convertirte en Lou Reed, ni en John Cale, ni en Sterling Morrison, ni siquiera en Doug Yule».