>

Blogs

Evadidos

Canción de la semana: ‘Criminals At Heart’ (y disco de la semana: Punkteras Rosas)

 

He estado a punto de redondear la tanda punk de las últimas entregas de esta sección con una tercera canción de minuto y poco, después de las de Solomillo Wellington (que dura minuto veintiocho) e Itchy And The Nits (minuto dos). La idea era seleccionar algún corte de la antología de despedida de los leoneses Punkteras Rosas, que lleva nada menos que 43 canciones, la mayoría de minuto cinco (porque, si les quedan más largas, las cercenan abruptamente sin más). Pero, la verdad, no he sido capaz de elegir entre la de Rigoberta Bandini («puedo cruzar toda la Wikipedia pinchando en nombres de tus familiares»), la del tío de Burgos que quiere ser lehendakari por Bildu, la del abuelo que perdió un pie para que tú hagas un hilo en Twitter, la del socio 762 de la Fundación Gustavo Bueno, la del tipo que escribe «Cuca Gamarra está bien buena» en su quiniela… Y esa siniestra que se titula Querido amigo protestante de antecesores luteranos y que me gusta más que lo que hacen la mayoría de gotiquillos serios. Así que he pensado en recomendar de manera extraordinaria el disco entero y pasar a otra cosa, aunque una canción de tres minutos y veinticuatro segundos va a parecer casi Yes después del empacho de Punkteras Rosas.

 

 

Discreet Charms (los discretos encantos, como en la peli de Buñuel, que en inglés se titula The Discreet Charm of the Bourgeoisie) son un cuarteto de Brooklyn, Nueva York, que acaba de sacar un EP de cinco canciones. Son, aclararé, los de la foto de arriba. Veo con extrañeza que en Spotify solo tienen tres seguidores, y yo soy uno, así que a lo mejor sus encantos están siendo injustamente discretos de verdad. A mí el disquito me parece un discazo, que reúne en sus cuatro originales y su versión (original de los Parasites Of The Western World, a los que no, no conozco de nada) algunas influencias más o menos obvias que acaban no pareciéndose nada a los originales. La voz, cómo no, remite poderosamente a Joy Division, y otros dirán que a Interpol, y a mí el estilo general me ha hecho pensar en Woolen Men y a veces me hacen acordarme de sus paisanos Oneida, pero el arranque de esta canción en concreto es televisivo a más no poder. Da igual, porque luego todo evoluciona y se va mezclando en canciones ásperas y tensas, pero sorprendentemente pegadizas, que tienen que funcionar genial en directo. Muchas veces deseo que los álbumes fuesen epés, pero con Discreet Charms me ocurre justo lo contrario.

 

Por Carlos Benito

Sobre el autor

Periodista de El Correo. Nací en Logroño, estudié en Pamplona, vivo y trabajo en Bilbao.


mayo 2024
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031