Parece que, en el pasado, el quinteto canadiense Sex With Strangers (Sexo Con Extraños, lo traduzco porque a lo mejor me da alguna visita extra) era un proyecto mayormente electrónico. El punto maquinal se sigue apreciando, que por algo ellos mismos definen lo suyo como “robot rock”, pero ahora han incorporado una batería de verdad que da el toque orgánico al asunto y revela, de paso, que sus influencias quizá vayan por otro lado: ellos citan a Girls Against Boys, y eso se deja notar en la preponderancia del bajo, y también a los Pixies, que tal vez tengan algo que ver con el tono vocal del cantante, Hatch Benedict, uno de esos tipos inconfundibles que marcan la imagen de un grupo. A mí, algo en este Born Again Liars Social Club debe de haberme impresionado especialmente, porque la otra noche soñé que tocaba en el grupo. Hatch Benedict se había transformado en una señorita y las dos señoritas del grupo habían desaparecido, por desgracia. Pero eran ellos, seguro. Claro que yo tocaba la guitarra muy bien, así que a lo mejor no era yo.